Crónica del Huerto Escolar: 8ª semana

Crónica semanal sobre los trabajos en el huerto escolar del Aula Apícola.

Octava Semana: 5 de marzo

Mientras subíamos al huerto, íbamos diciendo ¡qué día tan hermoso, parece que por fin ha llegado la primavera! El sol resplandecía sobre las hojas de las encinas y las jaras como si estuvieran bruñidas por un platero. Y las coles, las lechugas y las cebolletas que plantamos hace dos semanas, era como si de repente hubieran dado un estirón… Para estirón, el que han dado nuestros gazapos. Están irreconocibles.

Bueno, antes de estas emociones, habíamos ido al vivero a efectuar algunas compras: más lechugas, cebollas, y semillas de zanahorias, para ir completando algunos espacios vacíos de nuestro huerto. Compramos también las patatas de simiente, que, si el tiempo lo permite, sembraremos la próxima semana. Debemos aprovechar la frescura que tiene ahora la tierra.

En primer lugar y para poner a tono nuestros músculos, nos dedicamos a mullir la tierra de los bancales vacíos, que, con las lluvias continuadas, había criado una ligera costra. El bancal que tenemos reservado para la siembra de las patatas y que le habíamos incorporado abono, ha quedado a punto de caramelo. También mullimos la zona de las plantas aromáticas, a la vez que le escardábamos algunas hierbas que comenzaban a despuntar entre ellas… ¡Qué agradecidas son las aromáticas! Nada más que las tocas, te regalan todo su aroma.

Sembramos las zanahorias en un extremo del bancal número tres y, para que la tierra mantenga la humedad facilitando la germinación de la simiente, la cubrimos con una capa de paja… Ah, y la sementamos como mandan los cánones: previamente, retiramos unos quince centímetros de tierra, echamos un buen manto de estiércol, y volvimos a cubrirlo con la tierra que habíamos retirado. Sobre ella pusimos la semilla. De esta manera, una vez que comience a nacer, tratará de buscar los nutrientes del abono y crecerá hacia abajo, que es lo que pretendemos.

huerto escolar

Por fin, hemos podido colocarle el techo a nuestro invernadero, con la colaboración del viento, que hoy nos dio una tregua. Dentro de él colocaremos los contenedores de las espinacas, que ya están empezando a nacer.

 José Núñez López

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