Crónica del Huerto Escolar: 7ª semana

Crónica semanal sobre los trabajos en el huerto escolar del Aula Apícola.

Séptima Semana: día 26 de febrero

«Hoy ha amanecido nevando, y, cuando llegamos a nuestro huerto, estaba bajo una ligera capa de nieve y no hemos podido realizar las tareas que teníamos programadas. Sufrimos una pequeña decepción, aunque tampoco eran labores de máxima urgencia. Así que dedicamos la mañana a organizar el interior del aula y el museo, que, a decir verdad, también lo necesitaban.

Hacia el final de la mañana, el sol hizo una leve aparición, consiguiendo que la escasa nieve se derritiera totalmente. Lo cierto es que a nuestro huerto no le ha venido nada mal. Las lechugas, las coles y las cebollas que habíamos plantado la semana anterior, se mostraban ahora relucientes como recién salidas de la ducha.

 Creo que nuestra familia conejil también debió de notar el ligero aumento de la temperatura, porque la madre y sus cinco gazapos estaban despatarrados al sol sobre la paja del corral. Se hallaban tan adormilados, que los estuvimos contemplando durante un buen rato sin que se dieran cuenta de nuestra presencia. Y comprobamos lo que han crecido en tan pocos días y la cantidad de pelo que cubre todo su cuerpo. Apenas se les ven los ojos. No pudimos menos de recordar lo que dice Juan Ramón Jiménez de su Platero: “Es un burro pequeño, peludo, suave y tan blando por fuera, que se diría de algodón y que no tiene huesos….”

 Si tuviéramos que describir a nuestros conejillos, no podríamos hacerlo de otra manera. Así que ya podéis imaginaros cómo son.

 Esperamos que la próxima semana sea más propicia para nuestras labores.»

José Núñez López

Conejos en el huerto escolar del Aula Apoícola Sierra de Hoyo

pequeño, peludo, suave y tan blando por fuera, que se diría de algodón y que no tiene huesos…

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