Reconstrucción de un colmenar tradicional

El colmenar tradicional de Hoyo de Manzanares

Como ya hemos visto en otras entradas de este mismo blog, son muchas las tipologías constructivas de los colmenares tradicionales de nuestro país. En Hoyo de Manzanares, existían numerosos colmenares tradicionales, casi todos respondiendo a un patrón común: cercados de mampostería, de forma rectangular y tamaño variable, construidos generalmente en pendiente, y con orientación sur. Son cercas altas, construidas con granito, el material predominante en Hoyo de Manzanares, con un portillo para acceder a su interior, y una caseta para guardar herramientas y hacer la castra.

Habitualmente, tenían plantado en su interior al menos un almendro, cuya función era principalmente la de estimular la puesta de huevos de la abeja reina con su floración temprana, y «lanzar» la colmena de cara a la primavera. Serviría además, para que los enjambres de abejas procedentes de las colmenas se posaran en un primer momento en él, evitando así que el apicultor los perdiera.

Existe una excelente publicación de nuestro amigo Gonzalo de Luis («Los Colmenares tradicionales de Hoyo de Manzanares». Cuadernos de Estudios 27: 249-264), en la que se describen prolija y acertadamente los colmenares tradicionales de Hoyo de Manzanares, además de incluir un censo tanto de los colmenares aún existentes, como de los ya desaparecidos.

El colmenar de Prado Alonso

Dentro de «La Ladera y Picazos», finca en la que se encuentra el Aula Apícola Sierra de Hoyo, existían varios de estos colmenares: el llamado «Colmenar de la Gorda», que a nuestro juicio podría realmente no ser un colmenar sino un simple cercado para ganado eventualmente usado para albergar colmenas, el «Colmenar de Ariza», por desgracia hoy separado de la finca y totalmente transformado en vivienda con jardín, y el «Colmenar de Prado Alonso», ejemplo perfecto de colmenar tradicional de Hoyo de Manzanares.

Colmenar tradicional Hoyo de Manzanares

Estado actual del colmenar, con uno de los muros laterales ya reconstruido.

Según la descripción que Gonzalo de Luis hace de este último en su publicación, se trata de un colmenar construido con «orientación e inclinación norte sur. En forma cuadrangular casi perfecta. Muros de 1,70 metros de altura. Un colmenar canónico al abrigo de una roca y en una pronunciada ladera. Derrumbadas gran parte de las paredes, aun se observa correctamente la configuración original y el almendro. Restos de caseta en el interior. Sin uso actualmente, aunque dentro de un monte con explotaciones varias«.

Restaurando nuestro pasado

Pues bien, podría decirse que la anterior descripción de ese colmenar tradicional va a quedar obsoleta, pues  estamos reconstruyéndolo. Poco a poco, pues trata de un trabajo duro y arduo, estamos levantando las paredes caídas así como la caseta de aperos, desbrozando su interior de las jaras que lo han invadido, hemos plantado de nuevo el almendro, y colocaremos en su interior algunas colmenas de la antigua explotación apícola de la finca.

La idea es utilizarlo como un recurso didáctico más del Aula Apícola, y organizar puntualmente visitas guiadas para que nuestros visitantes puedan conocer esta pequeña joya de nuestra arquitectura tradicional.

Será sin duda el complemento perfecto para nuestro aula-museo de apicultura.

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