Concurso Apícola. Respuestas Ficha 5

Anatomía y sentidos de las abejas

Aquí tenéis las respuestas a las preguntas que os hacíamos en la quinta ficha de nuestro concurso apícola online.

En esta entrega, tratamos un poco más en detalle algunas de las partes de su cuerpo, y también qué relación tienen con los sentidos de las abejas.

Como de costumbre, vamos también a contaros algunas cosillas sobre la anatomía y sobre los sentidos de las abejas, por si os quedasteis con alguna duda.

Aunque podemos anticiparos que las abejas tienen dos grandes ojos compuestos y tres simples, su sentido de la vista lo dejaremos para otra ficha.

En vez de nariz y orejas, antenas

Uno de los apéndice más importantes de las abejas, son las antenas.

Las antenas de las abejas, poseen numerosos órganos sensoriales. Unos en forma de pelos, y otros en forma de placas o poros, en número variable según se trate de la reina, las obreras o los zánganos.

En las antenas de las abejas residen el órgano del oído y del olfato, y también parte del tacto, a través de los pelillos que las recubren.

Además las abejas tienen todo su cuerpo, incluidos los ojos, recubierto de pelos, que son también órganos sensitivos del tacto.

Más adelante veremos que entre los sentidos de las abejas, el sentido del olfato es fundamental uno de los más importantes en la vida de las abejas y en el desarrollo de la colonia de abejas.

Las alas

Como vimos en la anterior ficha las alas se encuentran en el tórax; las dos primeras son más grandes y las otras dos son más pequeñas.

Las alas son transparentes, y están formadas por una delgada membrana reforzada por nervaduras, por las que circula su sangre (hemolinfa).

Ambas alas pueden ser unidas por medio de ganchos, como si de una cremallera se tratase, para formar una sola ala grande que hace que el vuelo sea mucho más veloz.

Las patas

Como ya vimos en la anterior ficha, las abejas tienen tres pares de patas, que además de para caminar, son verdaderas herramientas multiusos con muchas utilidades.

El primer par de patas, por ejemplo, tiene una serie de dispositivos, a modo de peine o cepillo, que utilizan para limpiarse los ojos o las antenas. El mecanismo para limpiar las antenas es una especie de pinza en la que introducen la antena y por la que la hacen pasar, una vez cerrada la pinza.

Además, al final de estas patas tienen dos garfios que le sirven para agarrarse a superficies rugosas, usando unas especies de ventosas para caminar por superficies lisas.

sentidos de las abejas
Abeja con una carga de polen en el «cestillo del polen», en su tercer par de patas.

Las patas del tercer par son las más grandes, y tienen unos curiosos dispositivos que les sirven para almacenar el polen o los propóleos, y transportarlos a la colmena. Son las llamadas  corbículas o “cestillos del polen”, formados por unos fuertes pelos fuertes algo curvados, situados en torno a una pequeña concavidad en la cara exterior de la tibia.

Estos cestillos los tienen únicamente las abejas obreras, que son las únicas que salen al campo a buscar alimento o propóleos.

El buche de la miel

Aunque no vamos a hablar sobre la anatomía interna de la abeja, si mencionaremos que en el interior de su abdomen tienen el llamado “buche de la miel”, que es donde almacenan el néctar que recogen de las flores para transportarlo a la colmena. Además, en su interior el néctar es transformado en la riquísima miel.

El aguijón

En el extremo final de su abdomen, las abejas tienen el aguijón, conectado al saco del veneno. El aguijón está dentro del abdomen, por lo que para picar, tienen que doblar éste último. Las abejas obreras tienen el aguijón en forma de arpón, mientras que las reinas lo tienen liso. Los zánganos, en cambio, son los únicos que no tienen aguijón.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *