Talleres por Halloween (Samaín) en el Aula Apícola

Al igual que venimos haciendo desde hace ya varios años, y dentro de nuestra oferta de ocio familiar, el Aula Apí­cola se prepara para que tus hijos disfruten de Halloween, fiesta de origen celta que se celebró en Europa durante siglos antes de la llegada del cristianismo.

Halloween vs Samaín

Porque como decimos, aunque la versión más conocida hoy día es Halloween, éste tiene su origen en el Samaín, festividad pagana de origen celta, en la que los pueblos celtas celebraban el final del verano y de la temporada de la cosecha; era su fiesta más importante, marcaba el inicio del año nuevo y representaba la fiesta de los muertos.

El Samaín era la división del año entre el tiempo de luz (verano) y el de oscuridad (invierno). Los celtas creían que era el momento en el que la frontera entre este mundo y el otro mundo estaba en su punto más delgado; la frontera entre los vivos y los muertos se diluía, y las personas podían reunirse con los espíritus de sus amigos o familiares en la tierra. Por ello era también la fecha más peligrosa de su calendario, puesto que el mundo de los muertos se hacía accesible para los mortales, pudiendo pasar a formar parte de él por culpa de un hechizo, y porque propiciaba el acceso de espíritus dañinos.

Chuches y disfraces

Y es que se decía que en Samain, los espíritus podían regresar al mundo de los vivos. Tanto los benévolos, como los malignos. Para ahuyentar a los segundos, utilizaban trajes y máscaras que recuerdan a los disfraces que utilizarán muchos durante la noche de Halloween, además de ofrecer ofrendas a los difuntos, en forma de comida. La tradición de dejarles comida evolucionó y por ello hoy en día durante esta celebración vemos a los niños pidiendo dulces durante la noche del 31 de octubre en el conocido “día de brujas”, o “noite meiga” en Galicia.

La tradición de las calabazas decoradas

Los celtas, consideraban las cabezas de sus enemigos además de como un botín de guerra, como uno de los misterios del ser humano; creían que aquel que poseía una calavera, poseía la fuerza mágica de su espíritu.

Cuando llegaban las celebraciones de Samaín, los celtas encendían rudimentarias velas en el interior de las calaveras de sus enemigos muertos, y las colocaban en cruces de caminos y en los alrededores y en las murallas de sus castros, con el objeto de aterrorizar a sus enemigos, para asombro de sus gentes y para alejar los peligros de la celebración.

Y con el tiempo, las calaveras fueron sustituidas por calabazas talladas, tal como hoy las conocemos.

Unos talleres de miedo

En el Aula, hemos organizado nuestra pequeña aportación a esta celebración, cada vez más extendida en nuestro país, en parte por la llegada de Halloween desde Estados Unidos, y en parte por la recuperación de la ancestral tradición del Samaín en regiones como Galicia. Para ello, hemos organizado unos talleres de manualidades con esta temática, que se desarrollarán los días 24, 25 y 31 de octubre.

Talleres Halloween

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